[SBN]
“La humanidad ha sido un elemento fundamental en la transformación de la Tierra, a nivel global casi no existen lugares que no hayan sido transformados por la humanidad. “
Dr. Daniel Piñero Dalmau. Instituto de Ecología UNAM.
La migración hacia las ciudades ya es un fenómeno inevitable; actualmente el 55 % de las personas en el mundo vive en ciudades y según las cifras de la ONU, se estima que esta proporción aumente hasta un 13 % hacia el 2050, lo que significa que un 68% de la población mundial estará viviendo en ciudades para éste año. Según estudios del Departamento de Población de la ONU, la tendencia de crecimiento demográfico en ciudades va liderada por países de ingresos medios / bajos o en vías de desarrollo; es por eso que el estudio y cuidado de la biodiversidad urbana resulta tan relevante, y la ecología urbana es una de nuestras mejores herramientas.
Para entender en qué consiste la ecología urbana es necesario primero aclarar el concepto de ecología.
La ecología, del griego oikos (hogar) y logos (ciencia), es la disciplina que estudia la relación de todos los seres vivos con el medio que habitan. Estudia las interacciones, flujos y modificaciones de las poblaciones con su entorno. El concepto de ecología fue acuñado por primera vez en 1869 por el naturalista alemán Ernst Haeckel.
En particular, estudia, cómo influye el medio en la distribución, la abundancia, la biodiversidad, el comportamiento y las interacciones entre diferentes especies y las modificaciones que pueden ocasionarse entre sí; se centra en la natalidad, la mortalidad, la migración y la distribución de las especies. Sus niveles de estudio son a nivel de organismos, poblaciones y comunidades de poblaciones que conforman los ecosistemas y la biosfera en general (entendiendo biósfera como es la capa del planeta Tierra en donde se desarrolla la vida). Los elementos que conforman los ecosistemas estudiados por la ecología se clasifican en bióticos (vivos) y abióticos (no vivos).
En el caso de la ecología urbana, los preceptos son los mismos pero aplicados al entorno urbano, definiendo entonces la disciplina como el estudio de las interrelaciones y flujos entre los habitantes de una zona urbana (humanos, plantas, animales, insectos) y el medio ambiente en el que se encuentran. El término fue referido por primera vez en 1972, durante la Cumbre de la Tierra de Estocolmo organizada por la ONU, en donde ya se alertaba sobre los daños irreversibles a los ecosistemas del planeta por parte del ser humano.
La urbanización es un fenómeno ecológico y social y por tanto debe ser tratado en su complejidad, es por eso que la ecología urbana actúa en coordinación con otras disciplinas como la ingeniería, la geografía, la historia o el urbanismo. Los objetivos principales de la disciplina son el análisis de las estructuras urbanas, el impacto ambiental producido por la actividad humana y la generación de propuestas para la creación y conservación de nuevas áreas verdes dentro de las ciudades.
Pero ¿Qué estrategias concretas podemos llevar a cabo en nuestras ciudades?
Salvador Rueda, reconocido ecólogo urbano español reconoce 15 principios necesarios para aplicar en las ciudades desde una planeación orientada bajo la perspectiva de la ecología urbana:
01. Proximidad
02. Masa crítica de población y actividad
03. Ciudadano, no peatón
04. Transporte alternativo
05. Habitabilidad del espacio público
06. Complejidad urbana
07. Dotación de espacios verdes y biodiversidad
08. Autosuficiencia energética
09. Autosuficiencia hídrica
10. Autosuficiencia de los materiales
11. Adaptación y mitigación al cambio climático
12. Cohesión social
13. Acceso a la vivienda
14. Dotación de equipamientos
15. Gestión y gobernanza
Salvador Rueda también menciona la responsabilidad que radica en el ciudadano como participante del cambio de paradigma sobre lo implica hacer ciudad, y por tanto hacer ciudades sustentables y ecológicamente responsables; menciona los siguientes aspectos:
01. Tomar conciencia ambiental
02. Cambiar el estilo de vida hacia un camino más sustentable
03. Dejar la movilidad privada y apostar por el transporte público
04. Tomar decisiones responsables con respecto a su voto y a sus gobernantes
05. Modificar los hábitos alimenticios
Como vemos, la responsabilidad ambiental es compartida, desde la ciudadanía y con el gobierno.
Muchas ciudades del mundo ya se han dado cuenta de lo que implica el cuidado ambiental; en Latinoamérica tenemos el ejemplo de Medellín; la ciudad colombiana recibió recientemente el premio internacional Ashden en la categoría de “Award for Cooling by Nature”, por su proyecto de corredores verdes en la ciudad, en donde la implementación estratégica de 30 corredores verdes (18 trayectos naturales en vías y 12 más en retiros de quebrada) ha beneficiado la mejora en el clima de la ciudad, en el tránsito de especies y en la apreciación estética que los habitantes tienen al recorrer sus calles.
La ecología urbana es simplemente una herramienta más para intentar recuperar lo perdido y conservar lo que aún tenemos y es una pieza fundamental para el diseño de ciudades sostenibles. Los caminos para lograrlo son tan diversos como la creatividad nos lo permita. Cualquier acción por pequeña que sea, es mejor que ninguna acción. Los invito a que se sumen a ser parte del grupo de personas que estamos buscando un cambio positivo.
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