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Foto del escritorColectivo Escala Urbana 2

EL PAPEL DEL PAISAJE EN EL TERRITORIO, EL CASO DEL “VALLE DE MÉXICO”.

Actualizado: 29 oct 2019

Nry

El conocimiento del territorio crea en una perspectiva acerca del entorno que se habita, incluso de la influencia que tienen nuestras acciones sobre el mismo, por lo tanto entenderlo, podría crear otro sentido de la percepción de nuestro hábitat, sin embargo, éste también es definido por una temporalidad y un contexto.

"El paisaje que construye cada sociedad es un reflejo de su forma de ser, de pensar y de actuar en la tierra."

Agustin Berque


Imagen 1. Fotografìa aèrea de la Ciudad de Mèxico, autor: Santiago Arau.

De aquí la importancia que tiene la influencia de los paisajes naturales dentro de una sociedad, ya que estos nos brindan una aproximación cultural, que nos da una idea de la naturaleza que en ella se observa, tomándola en cuenta y haciéndose presente en un territorio determinado (Imagen 2).


Imagen 2. Fotografìa aerea de la costa de Rìo de Janeiro, Brasil, donde el diseño del paisaje por Burle Marx es notorio, la naturaleza y lo antropico tienen lugar. autor desconocido.

Una concepción de paisaje va de acuerdo a la cultura que tenga una sociedad sobre éste y a la cosmogonía propia de quien lo observe, aunque con un conocimiento amplio o no, crea una identidad del sitio que nos soporta, ese lugar en el que vivimos, nos desarrollamos y nos proyectamos a futuro, dando una visión del medio ambiente y posiblemente creando conciencia de su importancia.


Entonces, uno de los primeros acercamientos para generar una conciencia acerca del medio ambiente ¿podría comenzar con la apreciación y en mayor medida, el conocimiento de nuestros paisajes cotidianos?

Sin embargo, actualmente, ¿Cuál es la influencia de nuestros paisajes?, ¿Tenemos alguna idea de dónde estamos parados? (sólo como preguntas retóricas.)


Imagen 3. Parte central del triptico de pintura medieval "El jardìn de las delicias", autor "El Bosco".

De acuerdo a algunos criterios, hay tres maneras de ver el paisaje: de forma racional, de forma artística y hasta de forma epifaníca, (Imagen 3. En el medievo el paisaje tenia tal relevancia que se le concebía como una aspiración del paraíso en la tierra, una forma de evocación divina que expresa un poder supremo hasta en lo territorial) ¿esos sentidos de percepción penetran en una sociedad como la nuestra o estamos lo bastante ajenos de ello?








En esta época de diversas crisis, una de las que se hace cada día más presente, es la ambiental (imagen 4) y la Ciudad de México es un sitio con diversas vulnerabilidades, donde se presentan desastres naturales desde inundaciones, temblores por hundimientos, contingencias ambientales, terremotos y hasta erupciones volcánicas.



El área que hoy comprende la Ciudad de México está localizada dentro de una compleja pero atractiva fisiografía; hermosos paisajes son y han sido parte innegable del reconocimiento del Valle de México, y es totalmente cuestionable el porqué de su localización en términos de factibilidad, la historia desde sus diversas perspectivas abre un gran panorama al entendimiento de un asentamiento como éste, y es posible que su comprensión propicie evitar errores del pasado.


Clasificada como una megalópolis1, la CDMX es uno de los asentamientos humanos con una habitabilidad ininterrumpida desde hace más de siete siglos, su historia ha estado vinculada a las decisiones que se han tomado en torno al agua.


Imagen 5. Recreación de Tenochtitlán y pueblos originarios circundantes al Lago.

Con los primeros asentamientos, era inevitable comprender el sitio, porque de ello dependía la supervivencia de sus habitantes, aunque desde entonces ha sido una ciudad subsidiada2*, la comprensión del territorio era incuestionable, fundarse sobre un islote alrededor de un lago, más allá de haber visto el escudo nacional, va en sí por la falta de opciones, una civilización orillada al agua (por cuestiones políticas3*), pero que, con el entendimiento del lugar, logra la creación de una ciudad lacustre en armonía, resaltando e incluso adorando su medio ambiente (Imagen 6).


Imagen 6. Parte de la pintura de la recreación de la antigua ciudad de Tenochtitlàn, localizada en Palacio Nacional de la Ciudad de México, autor: Diego Rivera.

A la llegada de los españoles, se sufren cambios drásticos que van a contribuir al inicio de la desecación del lago, por la conquista de los pueblos, para adquirir un control territorial y así ganar poder, el desconocimiento y la complejidad de una ciudad lacustre provoca su destrucción, por sobre su funcionamiento, equilibrio y capacidad ambiental, lo que provocará el inicio de una serie de problemas en aumento, desvirtuando el territorio hasta nuestros días.


En esos tiempos, el poder fue el motor de decisiones, un sitio que no respondió a su naturaleza, y obteniendo como respuesta grandes inundaciones, problemas salubres y pérdidas durante toda su construcción, la dominación territorial era un hecho que pesaba más que la lógica de lo natural y dictaría el destino de un territorio por siempre caótico.


Durante el Virreinato la importancia de los paisajes y la naturaleza van conforme a las nuevas ideas, transformando la visión y el entendimiento del entorno basados en el viejo mundo; trazas reticulares en zona de valle, el paisaje ahora responde a las clases dominantes, calzadas arboladas, herencia de un urbanismo de molde que nos heredó diversos parques públicos que prevalecen.


Imagen 7. Paseo de la emperatriz hoy Paseo de la Reforma. México y sus alrededores, 1855-1856. la imagen muestra el Valle de México tomado desde las alturas del Castillo de Chapultepec. Litografía por Casimiro Castro y Juan Campillo.

En la actualidad, todas las estadísticas van en contra de una sostenibilidad, las demandas aumentan y los recursos disminuyen, todo ello de manera exponencial, bajo esa lógica el destino es el colapso y el mantenimiento de una ciudad por siempre subsidiada, que sigue comprometiendo los recursos de otros sitios e incluso los propios a futuro, a costos ambientales altos.


A pesar de ello, se sigue apostando o dejando al azar el crecimiento en un gran porcentaje de la zona urbana, y no sólo ello, además se permite la contribución de impactos negativos sobre el territorio lugar de la concentración de todas las oportunidades, pero que cada día es menos sostenible.


  • Por poner un ejemplo: el caso del NAIM en Texcoco, se siguen considerando proyectos donde se priorizan todas las viabilidades posibles por sobre las caracterísitcas naturales propias del sitio, zonas de alta vulnerabilidad sísmica, (no es coincidencia que sean los mismos perímetros que marcaban los niveles del antiguo lago, Imagen 8 y 9), seguro la ingeniería ya cuenta con sistemas que contrarresten y/o resuelvan los desafíos que presenten este tipo de construcciones, sin embargo, porque insistir en gastar gran cantidad de recursos en vez de obedecer a una lógica de lo natural.


Imagen 8. Mapa del Atlas de Riesgo sísmico de la zona del Àrea Metropolitana del Valle de México.

Imagen 9. Mapa que sobrepone el contorno de los cuerpos de agua que existieron en el Valle de México.

Seguimos sin tomar en cuenta al sitio, su naturaleza es la que debería también dictar un orden, remanentes de cuerpos de agua podrían ser àreas que doten de servicios mas adecuados a sus características, aunque de ellas no se logre un lucro, sin embargo, valdría la pena pagar el precio a cambio de recibir servicios ambientales tan necesarios en una ciudad de contingencias ambientales de gran impacto, en pro de calidad de vida en un territorio tan importante como este.


Seguir insistiendo sobre sobre suelos inestables y vulnerables, es un alto costo no solo económico, se tapan suelos permeables, secando mas los mantos acuíferos que cada día abastecen más agua de la que tienen, obteniendo con ello hundimientos, como si existieran suficientes àreas verdes, cambiando ecosistemas por completo (porque si, aunque no veamos un lago hay una función natural en esa gran planicie de tierra) , y dejando que el poder siga decidiendo sobre la lógica y el entendimiento de lo natural, ¿cada cuánto olvidamos nuestra historia?



Será que desde nuestros tiempos industriales y modernos nos hemos alejado tanto y lo suficiente de ese sentido de conexión con la naturaleza, de la importancia de nuestro entorno como para comprenderlo, por lo menos con lógica, ya ni si quiera saber la historia de algo que tal vez vemos pero ya no nos interesa comprender, porque temporalmente tenemos la subsistencia “resuelta”, pareciera que como sociedad sólo exigimos sin ofertar, sin siquiera pensar en acciones que realmente contribuyan con la sostenibilidad de nuestro hábitat y dónde los paisajes solo son, esos fondos escénicos de gran belleza lejanos de nuestro entorno totalmente antrópico, tal vez la magnitud de la ciudad nos ha rebasado.



Fotografía Ciudad de Mèxico, Santiago Arau.

A pesar de todo, con una visión paisajística, conservo el supuesto de que los paisajes naturales son importantes, aun siendo lejanos y cada vez menos percibidos seguro tienen influencia en nuestra percepción sea cual sea nuestra cosmogonía, ya que nos proponen: naturaleza - medio ambiente, por ello, cada día se vuelve más relevante conservarlos, evitando perder esa aproximación con aquello que es cada vez más ajeno a nosotros, a eso que no es creado por el hombre, pero del cual dependemos y parece que cada día lo sabemos menos, es lo que nos queda, y que nos quedará si empezamos ya.


 

  1. El término se aplica al conjunto de áreas metropolitanas, cuyo crecimiento urbano acelerado lleva al contacto del área de influencia de una con las otras. En definitiva, las megalópolis suelen estar formadas por conurbaciones de grandes ciudades.

  2. Desde la fundación de Tenochtitlàn su subsistencia dependió de los intercambios de bienes para abastecer sus necesidades básicas incluso de alimentación.

  3. Los mexicas llegaron a esta región que estaba densamente ocupada por diversos grupos humanos con desarrollos culturales complejos y florecientes https://arqueologiamexicana.mx/mexico-antiguo/tenochtitlan

FUENTES:

REFERENCIAS:

  • https://www.excelsior.com.mx/comunidad/2017/03/18/1152661

  • Sociología del Medio ambiente, Capitulo: Tiempo y medio ambiente, Barbara Adams.

  • Sociología del Medio ambiente, Capitulo: Espacio, tiempo, ambiente y escala, Carlos Reboratti, Argentina.

  • De Tlàloc a Hipocràtes. El agua y la organización del espacio en la Cuenca de Mèxico (siglos XVI - XVIII). Autor Alain Musset.

  • Gottmann, J. 1961: Megalopolis. The urbanized northeastern seaboard of the United States. New York: The Twentieth Century Fund

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