[Azzulosa]
Placemaking más allá de un concepto se vuelve una herramienta práctica, busca incidir en una región, ciudad o en una escala local dentro de un barrio. Como cita Project for Public Spaces (PPS)
“Placemaking inspira a las personas a reimaginar y reinventar colectivamente los espacios públicos como corazón de cada comunidad. Fortaleciendo la conexión entre las personas y los espacios que ellos comparten, placemaking refiere a un proceso colaborativo por el cual podemos dar forma a nuestro entorno público en orden de maximizar el valor compartido. Más que solo promover mejoras de diseño urbano, el placemaking facilita patrones creativos de uso, poniendo particular atención a lo físico, cultural e identidades sociales que definen un espacio y apoyan su continua evolución”
Entonces, ¿qué pasaría si construyéramos y desarrolláramos nuestras comunidades alrededor de sus espacios?
El placemaking consiste en escuchar, mirar, observar, hacer preguntas a las personas que ocupan/habitan un lugar determinado, ya que ellas son quienes mejor conocen, viven, sienten y tienen identificadas las problemáticas u oportunidades del espacio que utilizan, se trata pues de un trabajo colaborativo en el que se profundiza con la comunidad para descubrir sus necesidades y aspiraciones.
Una vez obtenida esa información, es utilizada para crear una visión común para mejorar dicho espacio, donde esta visión se transforma en una estrategia de intervención a corto plazo, ya que uno de los objetivos principales del placemaking es dotar de beneficios a los espacios públicos y las personas que los utilizan, es decir, aprovechar lo mejor posible los activos de una comunidad, su potencial y finalmente desarrollar y crear espacios públicos que promuevan el bienestar de las personas en relación con su entorno.
Placemaking Latinoamérica
En el año 2016 inició un movimiento latinoamericano de Placemaking, esto con la finalidad y propósito de fortalecer las conexiones que existen entre las personas y sus espacios públicos, así como compartir experiencias, herramientas y estrategias entre diferentes países.
Actualmente el movimiento se conforma por una red de activistas y profesionistas entre los países de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Venezuela y Perú.
Cada año la sede del encuentro cambia, y en Noviembre del año pasado (2018) este encuentro tuvo lugar en la ciudad de México, donde expertos en temas de espacio público, ciudad y ciudadanía se reunieron para compartir experiencias entre ellos e intercambiar conocimiento con cualquier interesado en el tema y a la par realizar intervenciones de placemaking en puntos clave de la ciudad.
En conclusión podemos decir que el placemaking es un instrumento practico para revitalizar y transformar la vida pública, el cual se basa en procesos de acción colectiva y empoderamiento social para construir democracia local pero desde los espacios públicos mediante la intervención tanto de actores públicos, comunitarios o privados en conjunto para la transformación y mejora del espacio público y por ende en el desarrollo de las dinámicas sociales y desarrollo de la ciudad.
Referencias
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