Otras maneras de producir.

[SBN]

“La armonía de la naturaleza es posible únicamente si abandonamos la idea de superioridad sobre el mundo natural.” Bill Mollison.

La permacultura es un sistema de diseño del paisaje que busca la creación de ambientes productivos sostenibles, es una forma diferente de aproximarse al tratamiento y manejo del entorno natural y aplicado dentro del ámbito urbano, resulta una forma muy eficaz para recuperar espacios residuales en la ciudad, generando sentido de pertenencia entre los habitantes.

El término fue acuñado en 1978 por Bill Mollison y David Holmgren, (profesor y estudiante) en la University of Tasmania en Hobart, Australia. Bill, era el encargado de la asignatura de Psicología Ambiental y David era estudiante de Diseño Ambiental. Ambos habían observado a través de sus estudios que la agricultura industrial, (caracterizada por monocultivos, el uso de fertilizantes y pesticidas para el control de plagas y las exigencias de producción masiva fuera de los ciclos naturales) estaba deteriorando y degradando a un grado alarmante, la calidad de la tierra y la biodiversidad en los sitios en los que se desarrollaba; provocando la erosión de los suelos fértiles, la sobre explotación de los recursos y la contaminación del agua.

Motivados por la idea de buscar una solución en dónde se pudiera generar abasto alimenticio sustentable y a largo plazo, que contrarrestara los métodos industriales convencionales, desarrollaron una ideología basada en principios éticos y ecológicos de respeto hacia el uso de la tierra.

El término PERMACULTURA, surgió de la fusión de los términos permanent + agriculture (agricultura permanente).

La permacultura se basa en tres principios éticos fundamentales:

1.- El Cuidado de la Tierra

2.- El Cuidado de las personas

3.- La Repartición justa de excedentes.

Las técnicas de permacultura están basadas en la observación de los sistemas naturales y ponen principal énfasis en las relaciones entre los elementos que componen el ambiente (agua, flora, fauna, etc.). Se reconocen las interconexiones que existen entre éstos y se busca mantener el equilibrio natural entre cada uno de los factores. La idea es propiciar sistemas ecológicamente correspondientes y económicamente viables, que no exploten ni contaminen el sitio, que utilicen la menor área práctica posible y que sean sostenibles a largo plazo. Otro aspecto relevante de éste método es que la energía necesaria para el sistema es proveída por el mismo sistema, a diferencia de los métodos industrializados, que son totalmente dependientes de las energías externas.

Si bien el método inició como una práctica dentro del ámbito rural, la permacultura dentro de las ciudades como medio de producción agrícola alternativo está cobrando cada vez más fuerza.

Según un informe de la ONU, actualmente, el 55 % de las personas en el mundo vive en ciudades y se estima que hacia el 2050 esta proporción aumente hasta un 13 %. Las ciudades están creciendo, y con éste crecimiento también llegan nuevos retos, como la producción de alimentos.

Espacios residuales, fábricas y construcciones abandonadas, parques y jardines municipales, bajo puentes, camellones, y todo tipo de espacios urbanos, se están convirtiendo en posibilidades para sembrar en comunidad bajo la filosofía del respeto a la tierra.

Pequeños actos dentro de las urbes alrededor del mundo que cobran cada vez más fuerza, son ejemplo del impacto que nuestras acciones diarias tienen en el deterioro o la recuperación ambiental.

Pero la filosofía de la permacultura va más allá del método de sembrado; el ritmo de vida actual en la ciudad tal vez no permita que todos podamos sembrar nuestras propias legumbres, sin embargo tener la información sí nos permite tomar parte en las decisiones sobre la producción de los alimentos que diariamente consumimos, comprar responsablemente a productores locales es un primer paso para generar un cambio.Las prácticas irresponsables de vida dentro de las ciudades son algunas de las principales causas del deterioro ambiental, por lo que el desarrollo sustentable depende en gran medida de cómo se gestionen y enfrenten las diversas problemáticas urbanas.