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El mes de Abril fue denominado como el mes de la arquitectura del paisaje, gracias a la iniciativa de dos de las principales asociaciones en el gremio: La Sociedad Americana de Arquitectos Paisajistas (ASLA) y la Federación Internacional de Arquitectos Paisajistas (IFLA), con la finalidad de dar a conocer la labor del arquitecto paisajista y promover la disciplina.
Por lo tanto, para abordar el tema se plantea lo siguiente: ¿qué es el paisaje y de qué trata la profesión?
Partiendo de una definición básica, de acuerdo a la RAE, el paisaje se define como: “parte de un territorio que puede ser observada desde un determinado lugar.” Y como segunda definición se agrega: “espacio natural admirable por su aspecto artístico”.
Así que se puede concluir, que el paisaje es determinado por un territorio, con elementos naturales, que puede tener una estética, agregada y/o percibida por quien lo contempla.
Cabe resaltar, que durante las últimas décadas, el paisaje ha sido considerado también como un bien cultural, por lo que se ha promovido su protección internacionalmente, como un bien patrimonial para la humanidad.
Por lo que se agrega la definición de la “Carta Mexicana del Paisaje”, derivada de aquellos tratados internacionales, (que sirve como base para las acciones de protección del mismo dentro de México), y se define de la siguiente manera:
“… cualquier parte del territorio tal como la percibe la población.
El paisaje se considera como un bien de interés público que al integrar el ambiente natural y las manifestaciones humanas, sociales y culturales, se constituye en un factor de calidad de vida, fuente de armonía y placer estético.”
La idea de paisaje se remonta a un sentido de contemplación de la naturaleza, después recibe un valor más allá de lo visual, para ser replanteado como un bien cultural y de identidad, (fotografía 2) después poco a poco se va reconociendo al paisaje como todo un sistema que reúne diferentes factores y se va priorizando a los naturales por lo que se promueve la sustentabilidad, sin embargo, los va enfatizando cada vez más, gracias a nuevas visiones e incluso por la temporalidad.
Todo esto se ve reflejado en nuevas cartas o tratados; como el “Nuevo manifiesto por el paisaje” donde incluso se enfatiza una visión de responsabilidad para combatir el cambio climático:
“A través de los muros y fronteras, desde los centros de las ciudades hasta el último rincón inexplorado, el territorio común de la humanidad es el paisaje. Los alimentos, el agua, el oxígeno –todo lo que sustenta – proceden del paisaje y al paisaje regresa. Lo que hacemos a nuestros paisajes nos lo hacemos a nosotros mismos. La profesión encargada de diseñar este territorio común es la arquitectura del paisaje.
Tres siglos creyendo erróneamente que podíamos explotar los recursos naturales sin mayores consecuencias, hemos entrado en una época de cambio climático extremo...”
Y la más reciente “Carta del paisaje de las Américas” firmada en septiembre de 2018 en la Ciudad de México, donde se menciona y agrega incluso a la cosmogonía que cada cultura aporta al cuidado de lo natural, ya que se redacta bajo un planteamiento continental.
“Poner el tema del paisaje y del patrimonio en el centro de la idea de futuro, da la posibilidad de imaginar nuestras próximas ciudades a partir de una conciencia del paisaje urbano y natural “ Secretario de Cultura CDMX, Eduardo Vázquez Martín.
Ahora, dentro de la disciplina de la arquitectura del paisaje, éste también abarca más allá de sólo ser un territorio observable, como un sitio que sostiene un hábitat y tiene como precepto el considerar todo lo que ello engloba.
De acuerdo a la definición de la licenciatura en “Arquitectura de paisaje” de la Universidad Nacional Autónoma de México, se describe como:
“la disciplina que se encarga de resolver la habitabilidad del espacio abierto, ya sea en lo próximo al hombre o en la organización de una región, buscando equilibrar los sistemas naturales con los humanos”.
Y, esa búsqueda de equilibrio entre lo natural y lo antrópico, esta visión de ordenar el territorio toma en cuenta una planificación más integral, y de ahí su relevancia y diferencia entre otras disciplinas que tienen que ver con el orden del hábitat humano, ya que además agrega el desarrollo sustentable como base, siendo uno de los principios más importantes que toma en cuenta.
Es necesario que las ciudades mexicanas sean planificadas con una visión de equilibrio con el territorio que nos sustenta, actualmente enfrentamos diversas crisis ecológicas y los asentamientos humanos crecen de manera irresponsable, por ello la importancia de ejercer la disciplina e incluso como se menciona en la Carta Mexicana del Paisaje, trabajar en conjunto con todas aquellas que también tengan incidencia en la organización del espacio abierto con esa visión de sustentabilidad.
FUENTES:
Carta Mexicana del Paisaje / Sociedad de arquitectos paisajistas de México. / México D.F. / 2011.
RAE (Real Academia de la lengua Española)
IFLA (International Federation of Landscape Architects)
ASLA (American Society of Landscape Architects)
Nuevo Manifiesto por el Paisaje / Landscape Architecture Foundation / Pensylvania, USA / 2016.
http://iflaonline.org/
www.asla.org/
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